Hoy publicamos un nuevo post en el que comentaremos las principales claves de la ponencia «Actualizaciones y reflexiones respecto a la implantación y desarrollo de la Ley de Eutanasia«, impartida por Miguel Melguizo Rodríguez, médico del Servicio Andaluz de Salud en el Centro de Salud Almanjayar y Profesor asociado del Departamento de Medicina de la Universidad de Granada.
Su intervención tuvo lugar en la mesa redonda «Aspectos psico-sociales de la atención al final de la vida» dentro del programa de la Jornada Abierta de la Red EOL del pasado 29 de septiembre.
Lo que es aceptable e inaceptable en relación con el final de la vida ha ido modificándose. Prácticas que hasta hace unas décadas eran rechazadas, hoy se consideran socialmente aceptadas.
Miguel partió de que vivimos en una sociedad plural y diversa, que ha protagonizado un proceso de progresiva secularización y desarrollo de los derechos ciudadanos.
En este contexto lo que es aceptable e inaceptable en relación con el final de la vida ha ido modificándose. Prácticas como la orden de no reanimación, la limitación del esfuerzo terapéutico, o la sedación terminal, que hasta hace unas décadas eran rechazadas, hoy se consideran una práctica socialmente aceptada. En este sentido, Miguel argumentó que puede suceder de un modo similar con la eutanasia.
Algunos de los problemas a los que están enfrentándose actualmente las comisiones son la indefinición de procesos clínicos, o conceptos como sufrimiento, agotamiento de las opciones terapéuticas, o rechazo al tratamiento.
Ya en relación con la Ley de Orgánica de Regulación de la Eutanasia (LORE), el ponente realizó un breve repaso por los miedos que suscita esta nueva ley tanto a los profesionales como a los ciudadanos, valorando los argumentos que sustentan estos miedos y ofreciendo también contrargumentaciones.
Después describió algunos de los problemas a los que están enfrentándose actualmente las comisiones encargadas de valorar los casos de eutanasia, como la indefinición de procesos clínicos, del propio concepto de sufrimiento, del agotamiento de las opciones terapéuticas, o del rechazo al tratamiento.
Hizo hincapié en aquellos casos en los que existieron problemas en la comunicación, en la valoración e interpretación de las voluntades anticipadas y aquellos en los que los factores socioeconómicos jugaron un papel importante.
Es necesario trabajar en una progresiva desburocratización, en el cumplimiento de plazos y garantías, y en la formación y concienciación de profesionales sanitarios y sociedad.
Con respecto a la objeción de conciencia describió que también está habiendo incidencias con aquellos profesionales que ejercen una objeción sobrevenida, objeción puntual para casos concretos y aquellos profesionales que se declaran objetores por conveniencia.
Miguel concluyó afirmando que sigue siendo necesario trabajar en una progresiva desburocratización de la ley, en el cumplimiento de plazos y garantías, así como la formación y concienciación tanto de los profesionales sanitarios como de la sociedad en general.
Puede ampliar información en los siguientes enlaces:
Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia
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