¿Cómo entiende la muerte un niño de primaria?

Recientemente se ha publicado en la revista “Children” un artículo que ha suscitado bastante interés en la comunidad científica. Se titula “Un nuevo instrumento para valorar la comprensión de la muerte de los niños: Propiedades psicométricas de la escala EsCoMu en una muestra de niños españoles” («A New Instrument to Assess Children’s Understanding of Death: Psychometrical Properties of the EsCoMu Scale in a Sample of Spanish Children»).

Sus autores son Manuel Fernández Alcántara, Nieves Pérez Marfil, Francisco Cruz Quintana y Rafael Montoya Juárez del Grupo CTS436 (Aspectos psicosociales y transculturales de la Salud y la Enfermedad de la Universidad de Granada), Macarena de los Santos Roig del grupo HUM624 (Modelización y Medición del Comportamiento Humano) de la Universidad de Granada y Juan Manuel Vázquez Sánchez, enfermero del Hospital Niño Jesús en Madrid.

Hablamos sobre el mismo con Rafael Montoya Juárez, de la Universidad de Granada y uno de los autores del artículo:

¿Cómo surgió la idea de hacer este estudio?

Bueno, en realidad la idea surgió porque Juanma (Juan Manuel Vázquez Sánchez), siendo estudiante de segundo del grado en enfermería en la Universidad de Granada, me solicitó una tutoría para poder hablar de un proyecto que había pensado para hacer su Trabajo de Fin de Grado.
A mí me sorprendió gratamente su propuesta, primero porque no es habitual que un estudiante de segundo de enfermería te proponga ya un tema para elaborar su trabajo fin de carrera, y lo segundo porque estaba en un estado avanzado de desarrollo. La idea de Juanma era analizar el concepto que tenían de la muerte los niños de primaria a través del análisis del dibujo libre.

«La escala EsCoMU puede ser de utilidad a la hora de evaluar intervenciones educativas sobre la muerte y el morir en niños, así como para conocer cómo evoluciona este concepto en el tiempo, qué factores pueden influir sobre la idea de muerte del niño y qué puede ayudarle al niño a tener una mejor comprensión de esta».

Dado que yo en ese momento, no controlaba mucho el tema, pedí ayuda a mi compañero del grupo de investigación y psicólogo Manuel Fernández Alcántara, que me sugirió que incorporáramos algún instrumento de tipo cuantitativo (escala o cuestionario) que nos permitiera saber cuál era el estado de adquisición del concepto de muerte en niños. Vimos que las escalas que había publicadas hasta la fecha no nos satisfacían en términos de fiabilidad y validación y decidimos desarrollar una propia.

¿Por qué es importante esta publicación?

Este es el primer instrumento validado en castellano que permite conocer hasta qué punto los niños comprenden el fenómeno de la muerte. Hasta ahora los instrumentos publicados o bien eran de tipo cualitativo (entrevistas abiertas) o bien presentaban algún tipo de problema a nivel de fiabilidad o de validación.
Pensamos que es importante disponer de un instrumento de estas características, puesto que puede abrir el camino a futuras investigaciones sobre la muerte en niños. También puede ser de utilidad a la hora de evaluar intervenciones educativas sobre la muerte y el morir en niños.
Hoy en día no existe un currículum específico en los colegios para explicar a los niños qué es la muerte en las edades en las que se va a desarrollando este concepto. Reflexionar sobre la muerte y el morir puede hacer que el niño desarrolle recursos que le pueden hacer falta en el futuro cuando experimente pérdidas significativas como por ejemplo la muerte de un familiar. La escala EsCoMU puede servir a docentes, profesionales sanitarios y a investigadores para conocer cómo evoluciona este concepto en el tiempo, qué factores pueden influir sobre la idea de muerte del niño y qué puede ayudarle al niño a tener una mejor comprensión de esta.

¿Cómo funciona la escala?

La escala EsCoMu‐Escala está desarrollada sobre el Concepto de Muerte de Speece y Brent, que se centra en cuatro dimensiones: universalidad (todo el mundo se puede morir), irreversibilidad (una vez muerto uno no puede volver a vivir), cesación de funciones (una persona muerte no siente) y causalidad (múltiples causas de la muerte).

La versión final de la escala consta de 27 ítems que plantean cuestiones que pueden ser contestadas con un sí o un no. Por ejemplo: ¿Una madre se puede morir? Los resultados de este estudio reflejan que la escala presenta una adecuada fiabilidad y consistencia interna.

¿Qué os ha llamado la atención de los resultados?

Los resultados nos indican que los niños con 8 ó 9 años comprenden ya bastante bien lo que es la muerte. El concepto que los niños adquieren a edades más tardías es la causalidad (entender cuáles pueden ser las causas de la muerte de una persona) quizá porque implica la adquisición de conceptos distintos como el riesgo de accidente o incluso cómo funcionan las enfermedades.

«Reflexionar sobre la muerte y el morir puede hacer que el niño desarrolle recursos que le pueden hacer falta en el futuro cuando experimente pérdidas significativas, como por ejemplo la muerte de un familiar».

Otra cosa que nos llamó la atención es que según los resultados de la escala no había diferencias en la comprensión de la muerte entre niños y niñas. Está estudiado que las niñas pueden ser más maduras que los niños en ciertos aspectos, pero no está claro con respecto a la muerte. Tampoco se vieron diferencias en la adquisición del concepto de muerte con respecto a si el niño había sufrido una muerte recientemente, aunque a decir verdad no se reflejó de manera adecuada cómo de importante había sido esta muerte para el niño.

¿Qué tenéis pensado hacer en el futuro?

Como ya mencionaba antes, tenemos la interpretación de los dibujos sobre la muerte que se publicó en Death Studies y por otro lado las puntuaciones de la escala. Estamos trabajando en combinar ambos tipos de datos para ver qué características tienen los dibujos de los niños que puntúan mejor en la escala EsCoMu.

Por otro lado, también tenemos datos sobre cómo experimentan los niños las pérdidas y el duelo (los que experimentaron una muerte cercana) que también nos gustaría publicar porque son sumamente interesantes. A ver si tenemos ocasión de poder mostrarlos a la comunidad científica.

Acceso al TEXTO COMPLETO del artículo publicado AQUÍ

Artículo publicado de análisis de los dibujos de los niños AQUÍ

Photo by Katie Gerrard on Unsplash

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