¿Cómo ayudar a las futuras enfermeras a actuar ante el riesgo de suicidio?

La revista «Archives of Psychiatric Nursing» ha publicado recientemente un interesante artículo titulado “Experiencia de los estudiantes de enfermería en la aproximación al riesgo de conducta suicida a través de entornos simulados: Un estudio de análisis de contenido” («Nursing students’ experience of approaching risk for suicide behaviour through simulated environments: A content analysis study»).

Este trabajo atestigua el impacto de las simulaciones clínicas en la preparación de los futuros enfermeros para enfrentar uno de los desafíos más críticos a los que se enfrentarán en el cuidado de la salud mental: el riesgo de suicidio.

El equipo, formado por investigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Málaga y del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga y Plataforma en Nanomedicina-IBIMA Plataforma BIONAND empleó un diseño de estudio cualitativo descriptivo para sumergirse en las percepciones, pensamientos y emociones del estudiantado de enfermería durante escenarios simulados de riesgo de comportamiento suicida. Este enfoque brinda una comprensión profunda y matizada de las reacciones estudiantiles ante situaciones intensamente desafiantes, que son difíciles de replicar en entornos de aprendizaje tradicionales.

Hablamos con Celia Martí García, profesora Titular de la Universidad de Málaga, encargada de dirigir el estudio:

¿Cómo surgió la idea de hacer este estudio?

La idea nació de la necesidad de cerrar la brecha entre la teoría y la práctica en la educación de enfermería, especialmente en lo que respecta al manejo de pacientes con riesgo de conducta suicida. La literatura reporta que, aunque el estudiantado de enfermería reciba formación teórica sobre salud mental, el miedo y la ansiedad a enfrentarse a situaciones reales de riesgo suicida pueden ser abrumadores. Esta situación ocurre incluso en enfermeras ya graduadas, siendo una situación difícil de manejar que supone un desafío emocional. Por lo tanto, vimos en la simulación una oportunidad de ofrecer una experiencia de aprendizaje segura y controlada que podría prepararles mejor para el mundo real.

«Aunque se reciba formación teórica sobre salud mental, el miedo y la ansiedad a enfrentarse a situaciones de riesgo suicida pueden ser abrumadores».

¿Cuáles fueron los hallazgos clave de su investigación?

Identificamos tres temas principales: las emociones experimentadas durante la simulación, la autocrítica o autoevaluación de la intervención realizada por el/la alumno/a y la evaluación estudiantil de la experiencia de aprendizaje. Los participantes nos indicaron un amplio espectro de emociones, desde ansiedad hasta confianza, y mostraron una notable autocrítica sobre sus habilidades de comunicación y manejo de la situación. Lo más importante es que valoraron la simulación como una herramienta educativa eficaz, capaz de mejorar su comprensión y manejo de los cuidados de salud mental con un amplio potencial de transferencia a la práctica clínica.

«Los estudiantes mostraron una notable autocrítica sobre sus habilidades de comunicación y manejo de la situación de riesgo suicida».

¿Cómo cree que este estudio puede influir en la educación de enfermería y de profesionales de ciencias de la salud en un futuro?

Desgraciadamente los intentos autolíticos son muy frecuentes. Por tanto, es altamente probable que el estudiantado se enfrente a una situación de riesgo de conducta suicida durante sus prácticas clínicas, y una vez se haya graduado y se incorporen al mundo laboral. Esperamos que nuestro estudio inspire a las instituciones de educación de enfermería a incorporar más simulaciones clínicas en sus currículos, especialmente para el manejo de condiciones de salud mental complejas como la aquí presentada. Las simulaciones no sólo pueden ayudar a los estudiantes a desarrollar habilidades técnicas sino también a manejar sus emociones y reacciones en situaciones de alta presión, lo cual es crucial para proporcionar cuidados compasivos y efectivos.

«La simulación no sólo puede ayudar a los estudiantes a desarrollar habilidades técnicas sino también a manejar sus emociones y reacciones en situaciones de alta presión».

¿Cuál es el próximo paso en su investigación?

Nuestro interés se centra en explorar cómo diferentes tipos de escenarios de simulación pueden impactar en la preparación de los estudiantes para otros aspectos de la atención de salud mental, así como en evaluar los efectos a largo plazo de esta metodología de enseñanza. Además, planeamos un análisis más pormenorizado de la fase de debriefing de este tipo de simulaciones. Es aquí donde ocurre el verdadero aprendizaje.

Puede consultar el artículo a texto completo EN ESTE ENLACE

Casta Quemada-González, Elena Flores Becerra-Martos, Morgan Blenkarn, Laura Gutiérrez-Rodríguez, Silvia García-Mayor, Álvaro León-Campos, Celia Martí-García. Nursing students’ experience of approaching risk for suicide behaviour through simulated environments: A content analysis study. Archives of Psychiatric Nursing, 2024; 50, 5-13. 
https://doi.org/10.1016/j.apnu.2024.03.001 

Foto de engin akyurt en Unsplash

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